El Ministerio de Educación de Jujuy garantiza el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles y modalidades. Desde 1988, el Bachillerato a Distancia constituye una oferta educativa que ofrece terminalidad secundaria a jóvenes y adultos mayores de 18 años que no pudieron completar sus estudios, por motivos sociales, económicos, de salud u otras problemáticas.
“El Bachillerato a Distancia permite a los estudiantes adaptar el aprendizaje a su realidad y es una alternativa válida para quienes tienen obligaciones laborales, familiares o viven en zonas rurales”, explica el profesor Rafael Chauque, coordinador del Bachillerato a Distancia. Anualmente, se matriculan entre 1500 y 2000 estudiantes, con un rango de edad muy diverso. En 2024, se graduaron 640 estudiantes de diferentes localidades.
Con 52 centros educativos distribuidos en todo el territorio provincial, el Bachillerato a Distancia alcanza a estudiantes de todas las regiones, mediante una propuesta educativa híbrida, que conjuga presencialidad y modalidad a distancia.
La modalidad híbrida implica un sistema de trabajo personalizado, en el cual los estudiantes asisten a tutorías presenciales, que constituyen un 30% de cada módulo, mientras que el resto de las actividades se realizan a distancia, promoviendo la autonomía y la autogestión del tiempo de estudio. “Actualmente, se trabaja con cartillas como material principal, pero desde 2024 se implementó una plataforma virtual que se consolidará completamente en 2025”, aclara el profesor Chauque. Esta plataforma será una opción complementaria, manteniendo la flexibilidad para quienes prefieran las cartillas, especialmente en áreas con poca conectividad o entre personas menos familiarizadas con la tecnología.
Además de los resultados académicos, el Bachillerato a Distancia, impacta en lo social, ya que fomenta ejemplos positivos dentro de las familias y comunidades. “Cada vez que se recibe un adulto para nosotros es una alegría, un orgullo terrible porque la gente vuelve a apostar y a creer en la educación”, afirma Chauque.
El trabajo articulado con organizaciones de la sociedad civil, como gremios, sindicatos y fundaciones – entre ellas SENTIR, UOCRA, UTGRA, ATE y la Liga Jujeña de Fútbol – es otro pilar fundamental. “Estas alianzas son muy valiosas porque permiten acercar la oferta educativa a quienes desean completar su formación secundaria. Muchas de estas instituciones facilitan el acceso a materiales y conectividad de los estudiantes”, destaca el coordinador.