En contexto de pandemia, el Consejo Federal de Educación, en conjunto con UNICEF y UNESCO, que apoyan al Observatorio Federal del Regreso Presencial a las Aulas, llevó a cabo el proyecto “De Vuelta en las Aulas” para registrar la situación de la presencialidad escolar en todo el país, en los niveles Inicial, Primario y Secundario, poniendo el foco en las modalidades y condiciones socioeconómicas con mayor vulnerabilidad.
El objetivo del estudio, que se enmarcó entre los meses de marzo y septiembre de 2021, fue conocer las buenas prácticas implementadas por las instituciones educativas para reorganizar el retorno a las clases presenciales.
En uno de los tópicos que analiza la experiencia de una escuela de nivel Secundario en el ámbito urbano marginal, fue seleccionado el trabajo realizado en el Bachillerato N°2 “Gob. Jorge Benjamín Villafañe”, emplazado en la ciudad capital.
Al respecto de esta experiencia, la asesora pedagógica Valeria Arroyo, comentó que la investigadora de UNICEF y UNESCO, Rocío Andrade, les comunicó que “habíamos sido seleccionados por el Ministerio de Educación de la Provincia por haber sostenido, durante la época de pandemia y el retorno a la presencialidad cuidada, prácticas innovadoras con dispositivos acordes a las necesidades de nuestros estudiantes y haberlas aplicado de manera exitosa asegurando las trayectorias educativas”.
La mecánica del trabajo se basó en la implementación de proyectos interdisciplinarios entre la virtualidad y la presencialidad. De esta manera se estableció el acompañamiento de las trayectorias escolares a través de una red conformada por profesionales que “nos ayudan a realizar un abordaje de manera integral conjuntamente con una propuesta pedagógica situada, superando obstáculos como la falta de conectividad y la situación de vulnerabilidad de los derechos de nuestros estudiantes”, explicó Arroyo.
La jornada escolar contó con modificaciones consensuadas que garantizaran la continuidad de la presencialidad bajo la bimodalidad, sosteniendo un criterio de alternancia, que consistía en que todas las semanas, alumnos y alumnas, asistían como mínimo dos días a la escuela.
Asimismo, resaltó la importancia de este reconocimiento para toda la comunidad educativa, porque se trata de una escuela de alta vulnerabilidad social, donde “se estigmatiza muchas veces a los estudiantes, sin embargo, esto fue un premio por generar el cambio de imagen en donde el dispositivo pedagógico – institucional funcionó exitosamente”.
Siguiendo estas líneas, la asesora ponderó la labor que llevan adelante los y las docentes, ya que todo el tiempo producen prácticas innovadoras, por eso esta oportunidad “sirvió para reflejar la metodología que implementamos y que se pueda replicar en contextos similares”.