Gastón Velázquez, jujeño de veinte años, es -con promedio general 9- el abanderado de la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea con sede en Córdoba. Gastón hizo sus estudios primarios en la Escuela Nº 430 “Padre Jerónimo Schonfeld” de barrio Norte y en la Escuela “Víctor Mercante” de Palpalá, mientras que los secundarios en la Escuela Técnica N° 2 “Profesor Jesús Salazar”. Ya aprobó todas las asignaturas del segundo y último año, se especializó en electrónica y sueña con ampliar esa formación para trabajar en los aviones y en las bases con que cuenta la fuerza en distintos lugares del país. (fabulouseyebrowthreading.com)
De regreso a Jujuy luego de un año de muchos esfuerzos, el todavía aspirante Gastón Velázquez –miembro de una familia que vive en Palpalá- cumplió con una importante misión: hacer conocer las oportunidades que brinda la Escuela de Suboficiales de la Aeronáutica con sede en Córdoba a los jóvenes que salen de la secundaria.
Con ese objetivo, estuvo en dos escuelas de Jujuy transmitiendo su experiencia que comenzó hace dos años cuando ingresó a la institución, lo que logró entre 557 aspirantes. “Elegí esta carrera por el hecho de que me llamó la atención la parte militar y sobre todo la especialidad: me gusta mucho la electrónica y leí que tenían la especialidad; por eso me decidí”, recuerda.
Sobre la experiencia en la escuela, señala: “fue un cambio muy grande salir de la Provincia, salir de casa, era algo nuevo y aparte Córdoba es muy grande; el hecho de pasar a vivir solo, a ser independiente, fue difícil al principio pero en sí la escuela te da una formación que te forja el carácter y aprendes a valorar muchas cosas. La escuela te enseña muchos valores”.
La formación recibida en la Técnica Salazar de Jujuy, dice, fue importante. “Me favoreció la formación de la escuela técnica porque ahí se ve mucha Matemática, Física e Inglés; eso ayuda mucho en el examen de ingreso y en el cursado de la carrera”.
La materia que más le costó y más le costó a la mayoría de los alumnos –recuerda- “fueron las relacionadas con la Aeronáutica porque esos temas no habíamos visto nunca; era algo nuevo y por eso nos costaba”.
Como todos los ingresantes, Gastón tuvo la ayuda de una beca mensual otorgada por la escuela, que le alcanzó para vivir en Córdoba y mantenerse sólo.
A un paso de recibir su título de técnico superior en Electrónica Aeronáutica, egresará con el grado de cabo y la fuerza le dará la oportunidad de más especializaciones por sus altas calificaciones.
El sueño de Gastón “es contribuir correctamente con la fuerza Aérea, ejerciendo la especialidad para que me prepara. Terminando con un buen promedio, hay más posibilidades que te den el curso que pediste, eso depende de la superioridad de acuerdo a necesidades de servicio. Me gustaría hacer el curso de comunicaciones para trabajar en la reparación y mantenimiento de los equipos de comunicaciones en aviones y bases”.
El alto honor de llevar la bandera fue una noticia que llenó de alegría a la familia Velázquez, pero a la vez una sorpresa, cuenta el joven: “mis padres están muy contentos porque ninguno de nosotros se lo esperaba porque mi idea era poner el mayor de los esfuerzos para que me den el destino que yo pida, puse mi mayor esfuerzo, se dio la oportunidad y me eligieron abanderado.”.